Los sentidos que conoces en este momento de tu vida se han desarrollado desde que eres muy pequeño, por lo cual es muy común que en la actualidad los consideres incluso parte de tu personalidad, estos te aportan gran cantidad de estímulos que permiten el desarrollo de emociones que te ayudan a tener una interpretación más clara del mundo. El proceso que realiza el cerebro es conectar con esas emociones y hacer que surjan sentimientos, que no son más sino que una consecuencia de las emociones que día a día experimentas.
El proceso es simple, en tu interior algo le informa a tu cerebro que estás pasando por una situación que te gusta o que te disgusta y a partir de esto, se empiezan a generar en ti una serie de sentimientos que se manifiestan en estados ánimo como odio, culpa, alegría, ira o miedo, y que van surgiendo dependiendo de cómo te sientes ante esta situación en concreto.
Dicho lo anterior, hay algo que debes tener en cuenta, y es que no podríamos hablarte de un solo sentimiento, pues de hecho, si lo piensas, en tu día a día experimentas por diversos estados de ánimo que aparecen según va pasando ese día puntual.
Antes te dijimos que los sentimientos no son más que una consecuencia de tus emociones. Pero aquí te lo vamos a explicar con mayor precisión. Pese a que tanto las emociones como los sentimientos no son más que el resultado irracional de cuál es tu percepción ante una situación específica, las emociones tienen como característica principal el hecho de aparecer de forma espontánea luego de la presentación del estímulo. En psicología, este estímulo hace referencia a la interpretación que haces sobre tu realidad, al hecho de reaccionar de determinada manera frente a una situación en específico de manera espontánea, sin analizar previamente la situación.
Mientras tanto, los sentimientos no surgen de forma irracional, sino a partir de un proceso de reflexión en el que tomas consciencia de tu estado de ánimo y de lo que estás sintiendo, en este punto tienes el poder de elegir cómo te sientes y tu mente empieza a analizar con mayor detalle la situación puntual a la que te estás enfrentando.
Ahora que sabes con mayor exactitud qué son los sentimientos y cómo surgen, vamos a enfocarnos en los tipos de sentimientos que existen y la manera en la que se manifiestan en tu día a día.
Para realizar este ejercicio de una forma más amigable y sencilla, vamos a clasificar los sentimientos en dos categorías: positivos y negativos. No sin antes aclarar que dicha clasificación no los convierte en buenos o malos, sino que se debe hacer una interpretación a partir de las sensaciones que producen y del bienestar que te pueden causar.
Dicho lo anterior es importante que tengas en cuenta que los sentimientos negativos usualmente no producen bienestar, sin embargo, son necesarios para reconocerte vulnerable y trabajar en tu estabilidad emocional. Así que comencemos:
La característica principal de este grupo es que te produce sensaciones más positivas que te generan bienestar y te hacen sentir más cerca de la felicidad y del placer. El mensaje o pensamiento que envía a tu cerebro están relacionados con que todo está bien y que el mundo al que perteneces marcha correctamente. A este grupo pertenecen sentimientos como:
Estos sentimientos te ayudan a tener una visión más amigable del mundo, te permiten levantarte todos los días para seguir trabajando por tus sueños y generan en ti las ganas de hacer todo lo posible por volver a experimentar esas sensaciones que te generan emociones y definitivamente se sienten muy bien.
Esta categoría está compuesta por esos sentimientos que te impiden tener bienestar, sentimientos que de una u otra forma te hacen mal y generan que tus días se tornen oscuros e impiden, en la mayoría de los casos, que te sientas feliz con lo que tienes o haces. A este grupo pertenecen:
Uno de los temas más importantes de la psicología en la actualidad es la inteligencia emocional. Aunque se suele hablar de emociones, en realidad hace referencia a los sentimientos. La correcta gestión de los sentimientos, es decir, por ejemplo, el autoconocimiento o la regulación, aportan muchos beneficios para las personas tanto en su bienestar mental como en su rendimiento ya sea laboral, educativo o deportivo.
Una forma de tener mayor control de tus sentimientos es por medio de la psicoterapia, pues de esta manera aprendes a gestionar mejor lo que sientes por medio del uso de diversas herramientas que te ayuden a reconocer lo que te genera la situación por la que estás pasando.
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Como ser humano, es normal que transites por diferentes sentimientos, sin embargo, lo más relevante es trabajar en ellos, y para poder lograrlo debe existir un conocimiento y un reconocimiento de los mismos. Los sentimientos te ayudan a comprender mejor el mundo que te rodea y la forma en la que tú lo ves, es un despertar a tu consciencia que te permite interpretar más acertadamente todo lo que pasa en tu vida.