El fútbol y su enseñanza a la disciplina

Actualidad
October 4, 2024

Cualquier deporte, sin importar cuál sea, tiene la capacidad de hacer grandes contribuciones a tu disciplina, te enseña la importancia de esta para alcanzar cualquier logro que te propongas y para no dejar las cosas a medias, sino siempre tratar de llegar lo más arriba que puedas en tu proceso de crecimiento.

Pero, ¿qué trae consigo ser disciplinado? Si bien la disciplina ha sido definida como la capacidad para poner en práctica unos principios relacionados con el orden y la constancia, en ella también se encuentran alojados ciertos hábitos o características que van a traspasar las diferentes esferas de tu vida y te permitirán cumplir con los objetivos que te has trazado.

El fútbol es un deporte que requiere de muchos de los hábitos que te ayudan a forjar una mayor disciplina, pues las exigencias que debes cumplir para poder convertirte en un buen elemento para el equipo están fuertemente ligadas a lo que necesitas saber para poder tener una vida ordenada.

 

¿Qué aprendes cuando juegas fútbol?

Sí, a ser disciplinado. Pero la cosa no se queda solo allí, pues la disciplina trae incorporados otra serie de hábitos que te permitirán tener mayor orden en tu día a día y te permitirán adquirir ciertas enseñanzas para aprender a vivir mejor en sociedad. ¿Cuáles son esas características?

  1. Aprendes la importancia de las normas:

Las normas hacen parte de la disciplina, pues son las que te permiten saber qué sí, qué no y qué nunca. Sin las normas muy difícilmente se pueden crear acuerdos dentro y fuera de la cancha, al tiempo que respetamos todo y a todos los que se encuentran alrededor.

  1. Eres constante.

Disciplina sin constancia, no es disciplina. Establecer una rutina donde todos los días hagas algo para perfeccionar tu técnica o lograr lo que quieres, es un principio básico del fútbol que se ve reflejado en los entrenamientos diarios. Si un futbolista no entrena, ¿crees que podría dar su 100% en los partidos importantes?

  1. Sabes que perder es una oportunidad para hacer las cosas mejor.

No hay espacio para la frustración sino para el crecimiento. En la disciplina no hay espacio para echar culpas o buscar errores, solo hay espacios para aprendizajes que te ayuden a crecer y ser mejor.

  1. Comprendes la importancia de tu trabajo.

Ser disciplinado es ser también consciente de tus habilidades y fortalezas, un jugador de fútbol que no sabe en qué posición es bueno y puede aportar más a su equipo, es un jugador que correrá por toda la cancha sin saber qué es lo que verdaderamente puede hacer para llegar al gol. Lo mismo te pasa a ti, no puedes dar vueltas haciendo lo que se atraviesa, define en qué eres bueno y poténcialo.

  1. Siempre quieres ir por más.

La disciplina y las ganas de alcanzar metas, van siempre de la mano. La ambición hace parte de la vida, y por ambición nos referimos a siempre buscar superar más obstáculos y a superarte a ti mismo y a los resultados que posiblemente has ido recogiendo a lo largo del camino.

El fútbol no son solo 11 personas corriendo detrás de un balón. Detrás de lo que ves en la cancha hay una labor muy grande por parte de cada uno de los jugadores, una labor que les permite tener la fuerza mental para afrontar nuevos retos, comprender sus debilidades y fortalezas y adquirir la disciplina necesaria para hacer realidad cada uno de sus sueños.