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Antes que nada, empezaremos por explicarte cada uno de estos conceptos, de esta forma te será mucho más sencillo comprender las diferencias entre ambos. Lo primero que debes saber es que ambos tienen significados distintos, sin embargo, podríamos decir que se complementan entre sí. Dicho lo anterior, es hora de comenzar:
¿Recuerdas que ya hemos escrito sobre productividad antes? Pues bien, en esta ocasión te daremos un contexto más general que seguramente te dará una idea mucho más clara de lo que realmente significa. La productividad hace referencia a la cantidad de tareas que logras desarrollar durante tu jornada laboral, esto no implica que tu trabajo sea las 24 horas, de los 7 días de la semana, justamente ahí está el secreto.
La principal función de la productividad es hacer que tus horas de trabajo diario sean usadas ordenadamente, con el fin de que puedas resolver la mayor cantidad de estas en menor tiempo, sin disminuir así la calidad de tu trabajo y manteniendo en orden las demás esferas de tu vida.
Ahora, lo más seguro es que estés pensando que si la productividad es la capacidad de optimizar las horas de trabajo y crear un balance entre estas y tu vida personal, entonces, ¿Qué es la competitividad?.
Podríamos definirla como la capacidad de competir, es decir, para hacer que entre muchos otros que hagan lo mismo que tú, sea tu desempeño el que sobresalga por su excelencia y valor. Ser competitivo, se basa fundamentalmente en captar las oportunidades que se cruzan en tu vida, según tu profesión o ideales de vida y vincularlas de forma positiva al plan que puedas estar ejecutando en ese preciso instante.
La principal función de la competitividad es hacer que seas mucho más consciente de tus habilidades y fortalezas, pero más importante aún, que logres explotarlas de manera positiva para alcanzar las metas o propósitos que tienes a corto, mediano y largo plazo.
Queremos que en este punto partas de una base: la productividad es el principio sobre el cual crece o se fomenta tu competitividad, pues de esta forma sacas un mayor provecho a las tareas que realizas a diario, con el fin de potenciarlas y convertirlas en un diferenciador que te haga sobresalir entre otros. Además del beneficio anteriormente descrito, también:
¿Te das cuenta cómo la productividad impacta tu vida? Te aseguramos que con ella los planes que tienes para escalar personal o profesionalmente serán mucho más sencillos de cumplir. Recuerda que la productividad no solo se encuentra en tu trabajo, también puedes hacerla efectiva en tu vida personal o académica.
La competitividad tiene un punto en contra y es que usualmente es vista como algo negativo, como una cualidad desfavorable y que está fuertemente ligada a la soberbia. Sin embargo, tener una actitud competitiva, en realidad te convierte en una persona segura de sí misma y que cree con firmeza que es capaz de alcanzar lo que se propone. Otras de sus ventajas son:
Ahora te preguntamos, ¿sigues viendo la competitividad como algo negativo? Nosotros diríamos mejor que es una forma más real y consciente de cómo te ves a ti mismo, y que está muy bien conocerte tan profundamente y creer tanto en ti, que no te dé miedo luchar y trabajar por tus sueños.
Claro que sí, pues lo primero que debes saber es que la psicoterapia te ayuda a desarrollar o conocer diferentes herramientas que te permiten asimilar problemas o situaciones a las que te enfrentas cotidianamente. Estas herramientas te ayudan a definir:
Hay algo que debes tener en cuenta, y es que ambos conceptos pueden manejarse de una manera inadecuada y causar un colapso total a tu vida, por eso, lo ideal es que acudas a psicoterapia antes de que algo inmanejable suceda, pues de esta forma podrás fortalecer diferentes ámbitos de tu vida y será muy poco probable que una competitividad dañina y la sobrecarga de actividades aparezcan y te desborden.