De seguro, muchas veces has experimentado que tus pensamientos llegan en ráfaga y te sientes abrumado porque no sabes de qué manera puedes afrontar dicha situación. También es muy probable que esos pensamientos a veces se encuentren muy alejados de tu realidad actual y te generen grandes cuestionamientos, pues no entiendes por qué estás pensando lo que piensas.
Pues bueno, lo primero que deberás saber es que los pensamientos pueden ser tus mejores o tus peores aliados, todo dependerá de la forma en la que los asumes y de la importancia que les darás en tu vida. Ten en cuenta que aprender a controlar tus pensamientos te ayuda a reducir el estrés y a estar más preparado para resolver los problemas a los que te enfrentas a diario.
¿Cómo puedes hacerlo? Hoy te vamos a compartir algunos tips y técnicas que te van a ser de gran de ayuda en la gestión correcta de tus pensamientos:
- Analiza tus pensamientos sin juzgarlos: no te cuestiones por pensar lo que piensas, tu propósito debe ser tratar de comprender los motivos reales que permitieron el surgimiento de esos pensamientos. Trata siempre de analizar tu realidad y ahí encontrarás la base de lo que estás pensando.
- Da soluciones a lo que piensas: no te quedes en el problema, trata de encontrarle una solución efectiva. Por ejemplo, si piensas en la cantidad de pendientes que tienes en tu trabajo y en lo preocupado que eso te tiene, mejor opta por hacer una lista en donde establezcas un plan de trabajo para ponerte al día en lo que te falta por hacer.
- Crea entornos donde te sientas cómodo: cuando tienes la cabeza revuelta, lo peor que puedes hacer es estar en ambientes donde predomina el desorden, tu primera tarea deberá ser organizar el espacio en el que te encuentras, así tu mente también se empezará a organizar.
- Haz de tus pensamientos y de tu salud mental una prioridad: si sientes en algún momento que esos pensamientos no te cesan y por el contrario, parecen multiplicarse y adueñarse de tu vida, es importante buscar ayuda, pues por medio de la psicoterapia vas a poder hacer una mejor gestión de lo que piensas y sientes.
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- Cambia el enfoque de lo que piensas: a veces llegan pensamientos aparentemente normales y de inmediato, tu mente los convierte en algo negativo y empiezas a imaginar escenarios catastróficos y desenlaces fatales. Trata de darle la vuelta a este tipo de pensamientos y convierte lo que piensas en imágenes positivas que te den tranquilidad.
Ten siempre presente que por más que lo intentes, hay cosas y situaciones que no vas a poder controlar, por eso, debes ser muy selectivo con el poder que le das a lo que piensas, pues una mala decisión de tus pensamientos puede hacerte tomar decisiones que, a largo plazo, se conviertan en errores irremediables.
